Impotencia. Esa es la palabra que define el partido de hoy. Estados Unidos es una selección muy potente de por sí, no necesita esas ayudas arbitrales tan descaradas. Hemos estado cerca, lo hemos dado todo, pero si a demás de que los jugadores de EE.UU. son más fuertes y tienen más calidad, les dejan hacer pasos, les permiten más faltas y les dejan estar más de 3 segundos en la zona la desventaja es demasiada incluso para el partidazo que ha hecho hoy España.
Navarro y todos los demás pueden estar orgullosos de haber dado la cara en todo momento, sabemos que los verdaderos campeones son ellos. Si viéndolo por la tele el sentimiento de impotencia era grandísimo, en la pista ha debido ser increíble. Y para aderezar el pastel faltaban las dos técnicas del final, por protestar algo que los árbitros sabían que teníamos toda la razón de protestar.
Han ganado porque han sido mejores, sí, y hay que felicitarles, pero me da rabia no haber visto qué hubiera pasado con un arbitraje más igualado... aunque ya sabíamos antes de empezar que no lo íbamos a tener. La viñeta que publicaba hoy el diario Sport ya lo decía todo:
Hoy ha perdido el baloncesto, pero tenemos que felicitar a los nuestros por haber conseguido esa Plata que, aunque un poco amarga, sabe a Oro.
Enhorabuena campeones!
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