Hombre, bonicos sí que son…

Esta es la historia de una práctica. Una práctica que tuvo lugar la semana pasada.

Era jueves, y como todos los jueves me dirigía con más pena que ganas al laboratorio de comunicaciones ópticas. La práctica de ese día consistía, entre otras cosas, en transmitir dos canales de televisión a través de fibra óptica y medir bla bla bla… Uno de los canales era la 2 y claro, a las 4 de la tarde en la 2 lo más probable es que te encuentres algo similar a esto:

· LAURA: Alaaaa! Qué monos!! Qué son??
· YO: Diablos de Tasmania

Laura es mi compañera de prácticas. Se dice que la mayoría de las telecos son feas, secas y estúpidas. Laura es una de las múltiples excepciones a esta regla que conozco. De hecho sólo conozco un par que la cumplan, pero a todo esto el documental sigue en marcha y ahora ha cambiado de escena.

· LAURA: Pero qué monooos! Y ahora que estan haciendo?
· YO: Puesss… yo diría que despedazar una cría de canguro

Mientras Laura se lleva la mano a la boca, se escucha un “crack”. No soy médico, pero diría que viene de algún punto de su inocencia.

· LAURA: Ah, pero… son carnívoros?
· YO (para mis adentros): Hombre, cuando te llamas “diablo de Tasmania” no te puedes dedicar a comer petunias precisamente…